Los techos verdes, también conocidos como techos ecológicos, hacen referencia a las superficies de las azoteas de edificios y casas que se recubren con vegetación con la finalidad de reemplazar los materiales de construcción empleados habitualmente.

Este diseño de construcción también lo podemos ver en las paredes, recibiendo el nombre de “jardines verticales”. La única diferencia que existe es el lugar de colocación de dicha vegetación, en el primer caso refiriéndonos a las azoteas y en el segundo a los muros externos del edificio.

Y es que los techos verdes y jardines verticales se han convertido en la última moda para el mundo de los arquitectos e interioristas, los cuales intentan, cada vez más, reducir los impactos que produce la construcción en el medio ambiente y mejorar la calidad ambiental de las zonas urbanas. Con estos se aumenta el número de zonas verdes y se evita esa escasez de espacios de vegetación que tanto ocurre en las ciudades. Además, ésta es una forma fácil, sostenible y estética que tiene ventajas tanto para el planeta como para la población, ya que influye positivamente en el ámbito ecológico y económico.

Esta medida va más allá y aporta varios beneficios:

  • Tanto el jardín vertical como el techo ecológico se convierte en un aislante magnífico que ayuda en la climatización de los edificios en verano y en invierno. En los meses cálidos da sombra a las fachadas que reciben mucho sol y refrigera el interior, por lo que reduce el sobrecalientamiento de las paredes de los edificios. En los meses más fríos del año la capa de aire creada por la propia vegetación que se encuentra entre las plantas y la pared crea un aislamiento muy eficaz, punto que ayudará a reducir la humedad y enfriamiento de nuestros hoteles. Con ello, reduciremos costes tanto de calefacción como de aire acondicionado.
  • Las dos opciones de vegetación instalada en edificios nos ayudará a reducir las probabilidades que aparezcan goteras.
  • Al estar hablando de vegetación, hablamos también de una ayuda directa en la filtración del CO2 del aire y un productor de oxígeno, y, por lo tanto, de una mejora de la calidad del aire de las ciudades.
  • Actúan como barrera acústica para una reducción de ruidos del exterior en el interior de las viviendas, convirtiéndolas en lugares más tranquilos si vivimos cerca de los centros de la ciudad.
  • La diversidad animal en zonas urbanas cada vez se ve más afectada por la vida humana y la contaminación. Con este tipo de medidas protegemos y ayudamos a aves, mariposas e insectos.

Por último, estas medidas tienen claros beneficios estéticos. Y es que, dentro de un mundo cada vez más tecnológico, la sociedad se encuentra con la necesidad de entrar en contacto la naturaleza, convirtiéndose esto en una mejora del entorno urbano que reduce muchas veces el estrés y dureza de las grandes ciudades, dando un toque verde y natural que dota al edificio de identidad propia.

Algunos ejemplos de edificios que ya han empleado estos techos ecológicos y/o jardines verticales son:

  • El magnífico Therme Rogner Bad Blumau, un hotel de Australia que posee todo un tejado de césped acompañado de árboles y flores.
  • La Universidad Tecnológica de Nanyang; tiene el campus más grande de Singapur dotado con grandes zonas de césped que recubren hasta los tejados de los propios edificios del campus. Se ha convertido en un punto turístico y atractivo del campus ya que mucha gente se acerca hasta allí para visitarlo. Además se ha catalogado como uno de los campus más positivos al darles la posibilidad a los estudiantes de poder relajarse en un ambiente natural cuando se encuentran cansados.  

Sin duda, los jardines verticales y los techos ecológicos se convierten en otra de las medidas que puede adoptar el sector hotelero y turístico para contribuir a la mejora del medio ambiente. ¿Qué te parece esta solución paisajística? ¿La conocías?